Misioneros Militares: Soldados mormones extendieron el Evangelio en Japón posguerra

25.12.2010 23:05

SALT LAKE CITY, UTAH; Diciembre de 2010 |Church News – EE.UU

Llevaban etiquetas con nombres de perros, no eran etiquetas con nombres, y en lugar de camisas blancas y corbatas, eran reconocidos por un ejército fatigado y botas polvorientas. Como tropas de ocupación en Japón después de la Segunda Guerra Mundial, los soldados fueron encargadas de evaluar los daños, comenzar el proceso de reconstrucción y organizar el transporte de soldados regresando a casa.

Sin embargo, militares Santos de los Últimos Días, tal como C. Elliott Richards y ahora el Presidente Boyd K. Packer, sus experiencias militares fueron más como misioneros Santos de los Últimos Días se dedicaron a enseñar y testificar a antiguos enemigos del amor de Jesucristo.

El hermano Richards señala –“Si no hay verdadero amor y comprensión del Plan de Salvación de nuestro Padre Celestial, el color de piel de las personas no importa. Sus almas, las japonesas, son tan importantes invitándolas y necesitando a cada una de ellas”, desde sus días del ejercito ha servido como Presidente de la Misión de Cebú, Filipinas y Presidente del Templo de Jordan River, Utah con su esposa Margaret y sigue reuniéndose semanalmente alrededor de la Ciudad de Lago Salado para almorzar con sus compañeros con quienes sirvió en Tokio.

Durante la guerra, el hermano Richards, un subteniente, entrenó a las tropas en Oklahoma, Texas y Georgia y fue enviado a Japón solo después de finalizar la guerra, por lo cual está agradecido. Al llegar a la XI Unidad de Reemplazo, alrededor de 17 millas al norte de Narumi, ahora llamada Midori-ku Nagoya-shi, el joven enviado de la Ciudad de Lago Salado encuentra a un grupo de Santos de los Últimos Días sirviendo, incluyendo a Ray Hanks, Mel Arnold y Reed Davis.

Ellos comentaron de un hombre que origen japonés que hablaba inglés quien les había invitado a que se reunieran en una tienda de seda y a continuación en una tienda de té. Cuando los tres educadamente rechazaron beber una bebida caliente de té en una fría noche afirmando que ellos eran mormones, el hombre japonés  se sintió intrigado y les invitó a su casa a enseñarles acerca de su religión. El hermano Richard inmediatamente se integró a los soldados Santos de los Últimos Días en sus conversaciones del evangelio con el hombre japonés, Tatsui Sato y su esposa Chiyo y su hijo Yasuo de seis años de edad. Una hija de 3 años de edad, Atsuko, había fallecido durante la guerra.

“Y así empezó para mí, una de las experiencias más memorables de mi vida. Nunca olvidaré mi primera noche en su humilde casa, sentado en el piso con mis pies cruzados, absorbiendo el calor de la olla de carbón, única en el centro de la sala. Hacia frio y nevaba afuera, pero dentro de nosotros sentíamos fuerte el Espíritu del Señor”.

La familia Sato aprendió rápidamente, incluso comenzaron a tener la Escuela Dominical en su hogar con niños el vecindario. Junto a las lecciones, los soldados traían raciones de comida para los Satos y para si vecinos que también las necesitaban.

Unos meses después, el hermano Richards estaba en Tokio en una reunión del domingo, cuando se sintió conmovido por uno de los discursantes. Después de la reunión se presentó ante el Teniente Boyd K. Packer, que también servía en Japón, y los comenzaron a estudiar las escrituras juntos. El les presentó a los Satos, quedando impresionado con ellos y comenzaron a orar para que fueran bautizados.

El hermano Sato escribió –“Siempre doy las gracias al Señor por el privilegio de haber sido informado del verdadero evangelio. Haber sido elegido de entre decenas de miles de personas creyentes o un buscador del evangelio, estoy buscando siempre una oportunidad de hacer un buen trabajo que estaría bien ante el Señor. Hice de mi una regla de leer la Historia de José Smith, como mi historia favorita, la leí varias veces y también los Artículos de Fe que dejaron conmigo como su libro conmemorativo”.

Gracias a las oraciones y coordinándolo con el Capellán Santo de los Últimos Días, Richard Nelson, los Satos fueron bautizados el 7 de Julio de 1946, en una piscina conservada de la destruida Universidad de Kansai. El hermano Richards bautizó al hermano Sato y el Teniente Packerd bautizó a su esposa, la hermana Chiyo.

 Tomado: Diciembre, Pendón SUD

Revisado: Administrador Legacy